sábado, 30 de agosto de 2008
Nazareno de Caguach
Embarcaciones de todos los rincones del archipiélago llegan a la isla de Caguach cargando santos, ruegos y dolores.
Entre cantos y alabanzas, patrones y fiscales de las iglesias insulares custodian la procesión. La capa del Cristo, se vuelve pequeños pedazos que llevan bendiciones a los hogares de las islas.
martes, 26 de agosto de 2008
Mis días
lunes, 18 de agosto de 2008
Cilantro
domingo, 17 de agosto de 2008
Memoria
Suponía que ante su escasa memoria, ese pasado fértil e infinito traería abrigo y luces, lo suponía, a pesar de reconocer el vértigo, los huracanes y el agobio con el que también llegaba. (Sin embargo, siempre le daba la bienvenida, no podía resistirse, anhelaba el abrigo y las luces, tras el huracán). Como estaba acostumbrado su cuerpo, se amarraba a la tierra, cerraba los ojos y se aquietaba. De esta forma, al comenzar los torbellinos, se distraía saboreando sus mezclas, elegía uno, lo probaba, y de reconocerlo como propio, su memoria lo seguía, y en sorbos de aire, lo respiraba, hasta llenarse de esa sensación. Cuando esa embriaguez, pasaba a dolor, tosía una piedra disfrazada de llanto, el hueco que esta dejaba en su memoria, lo llenaba con risas y el dolor volvía a mezclarse en ese remolino, abandonándole.
Entonces, su cuerpo vencido, abría los ojos, y despertaba a la calma…aun, cuando sabía, que solo serían, huracanes, vértigo y agobio.
sábado, 9 de agosto de 2008
Puntos suspensivos
Entraron giros de distintas direcciones, remolinos confundiendo y manteniendo los pies suspendidos y desorbitados, eran destinos los que entraban y salían, los antiguos, ya cansados, pedían zafarse y recuperar su calma, los nuevos, los nuevos ansiosos buscaban sólo descubrir y quedarse.
Como “puntos suspensivos”, sin certeza, ni conclusiones, ella miraba este escenario desde un lugar ajeno, su mirada, la de un espectador intocable, veía tras una pantalla gigante la escena, en la que por supuesto, nadie vendría a encender la luz.
Se quedó entonces en su incomprensible calma, esa de mirar desde un paso atrás, como se hacían sus días, como avanzaba robando la tranquilidad de algunos, y convidando sorpresas a otros.
Se detuvo en su infranqueable refugio diminuto y verde, donde se abrigaba, oculta. Se detuvo, para mirar en su silencio…las mismas preguntas sin respuestas...
“Créeme cuando te digo que el amor me espanta
Que me derrumbo ante un te quiero dulce…
Créeme cuando te diga que no soy primavera,
Sino una tabla sobre el mar violento
Créeme porque así soy
Y así no soy de nadie...”
Como “puntos suspensivos”, sin certeza, ni conclusiones, ella miraba este escenario desde un lugar ajeno, su mirada, la de un espectador intocable, veía tras una pantalla gigante la escena, en la que por supuesto, nadie vendría a encender la luz.
Se quedó entonces en su incomprensible calma, esa de mirar desde un paso atrás, como se hacían sus días, como avanzaba robando la tranquilidad de algunos, y convidando sorpresas a otros.
Se detuvo en su infranqueable refugio diminuto y verde, donde se abrigaba, oculta. Se detuvo, para mirar en su silencio…las mismas preguntas sin respuestas...
“Créeme cuando te digo que el amor me espanta
Que me derrumbo ante un te quiero dulce…
Créeme cuando te diga que no soy primavera,
Sino una tabla sobre el mar violento
Créeme porque así soy
Y así no soy de nadie...”
viernes, 8 de agosto de 2008
domingo, 3 de agosto de 2008
pintando ando
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