De tan perdido…., pactó un juego, un puente-escalera que permitía cruzar a la incertidumbre, y quedarse a vacacionar allí. Su premisa todo tiene el mismo riesgo (sanar, doler, amar, herir, perder, ganar, cuidar, dañar) todo el mismo potencial.
No importa el
aspecto, la belleza o mal olor, lo hostil o amable, la primera impresión, sería
solo la trampa para tentar o alejar lo
verdadero. …Con la curiosidad y la paciencia de quien viaja de vacaciones, … abrió la puerta… amarro sus
tobillos y se levantó murmurando… “cada experiencia
será un viaje….acepto quebrar mi cabeza
tanto como aprender a flotar” …
El viaje que propones al reino de ”la incertidumbre” es interesante. Al aceptar esa incertidumbre como permanente (para eso vas allí), te liberas de darle importancia a las “primeras impresiones” y así le abres tus puertas a “lo verdadero”, que no puede presuponerse, solo experimentarse. Desaparecen así las rejas que levantan los prejuicios a tu alrededor. Se te abre la oportunidad de conocer mejor el mundo, ese que se te oculta cuando el miedo cierra tus ojos.
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