Esta madrugada zarpamos rumbo sur, bordeando las faldas de los Andes por el canal Hornopirén y Cholgo,
entramos al estero Quintupeo, lugar que hace décadas, fue refugio del Buque “Dresden” embarcación Alemana que escapaba de los ingleses en la 2° guerra mundial.
Seguimos viaje por el estero Cahuelmó, donde desembarcamos, y caminamos entre juncos de metro y medio, ríos fríos, repletos de pequeños cangrejos que escapaban ante nuestros pasos. 
El final de la aventura fue un premio, entre los árboles y el río, unos posones naturales hechos en rocas donde brotaban cálidas aguas termales, un regalo!!!! Ahora navegamos hacia el Golfo de Ancud, para cruzar el Golfo del Guafo y Corcovado…y seguir a nuestro destino…Chacabuco….
No hay otro modo de saborear la vida, sino es en cada paso…. Feliz!!!!!!!!
“Niña de agua
te crecerán las alas
y tu vuelo”
2 comentarios:
¡Qué aventura más apasionante! y el final,... ¡de película!
Son las compensaciones de la vida, frente a tantos meses de vientos, fríos, mar agitado, ropa mojada, largas caminatas en la lluvia y el barro , este merecido regalo.
¡Qué rico!
bakan lo del aguita
me imagino que en la foto soy luis salgado en su mejor época
;)
nos vemos primasa
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