Atitlan

Me embarque en una lanchita y crucé el lago, mi primera parada Santiago de Atitlan, para mi suerte, día de mercado, disfrute de su feria y del despliegue de frutos, pescados y artesanías. Frente a la iglesia, preparaban un alfombra de colores, hecha de acerrin, petalos y tierra, para una celebracion religiosa. Luego me monté en un Tuc tuc, moto techada, y fui en busca del famoso Maximon, un antiguo Dios maya, venerado por los indigenas antes de la llegada del cristianismo. Al llegar al lugar, la deidad, una figura de madera de un metro, estaba con un puro en la boca, unas botellas de ron en los bolsillos y decenas de corbatas y alajas dejadas por sus fieles, a su lado, dos hombres, parte de la cofradia que lo custodia....que al parecer se habia tomado, la mitad de las ofrendas,...una experiencia inolvidable. La segunda parada fue San Pedro, una tierra de hippies y por último San Marco, una especie rincon místico del atitlan, donde ofrecen terapias holisticas y retiros trascendentales. ....
La tradición maya se respira en cada rincón de estas tierras, algunas mujeres, a pesar de tener agua en el hogar, prefieren seguir lavando sus ropas en el lago, y vistiendo sus ropas típicas

...Manana sigo al centro norte de Guatemala...Coban.