Aquí.

Aunque la mayor parte del día mi ruta se hace esclava en vertiginosos ritmos ajenos, todavía puedo asomar la cabeza de entre esos raros síndromes y dosis, para respirar profundo las razones que me tienen aquí, en estas carreteras de alta velocidad de conocimiento y ciencia. Puedo respirar fuera de la abrumadora y fría información que aun desconozco, para recordar porqué es importante y cálido aprenderla.
(mientras en el box de reumatología, nostalgio en voz alta la lluvia, la madre del niño comenta; “a mi no me gusta la lluvia, siempre se nos moja todo”…., mientras estruja la parca del hijo, para volver a ponérsela)
Cuando logro tener la lucidez, de salir de la confusa micropartícula, se abre la injusta macro realidad, y veo que los anticuerpos antinucleares a títulos elevados, son los que bañan la sangre de niños que duermen en casas sin techos, ….Y por fin despierto, respiro fuera de mi agobio, y agradezco que se me oprima el pecho y pueda seguir sintiendo ganas de llorar, no por los cientos de apuntes que faltan por leer, sino por retomar el sentido y la fuerza, de porqué estoy aquí.
Para eso estamos, para desarmar las brechas!!!. Y la tarea , mi tarea, es dejar de vivir “ en renuncia” y volver a vivir “en entrega”.