Santa Marta

 En el café “Ikaro” a una cuadra del parque de los novios y el Puerto. 

Hay 33 grados en Santa marta, cerquita de la sierra nevada. 

Estoy pegajosa, refrescándome con el Viento tibio y húmedo del ventilador, sudor permanente, conciencia de cada poro, me sudan las rodillas, la zona poplitea, me gotea el mentón! Somos sin duda 80 % de agua, cómo el planeta 3/4 de mar.

El Mamo y Saga amarraron una pulsera con una piedra negra en mi muñeca izquierda para protegerme de los espíritus oscuros de la tierra, para no tener pesadillas. Y he soñado con ciervos y anoche hasta pude volar, saltaba y levitaba sobre la superficie de las calles. 

Pruebo todos los colores de frutas, los sabores tropicales son experiencias placenteras: sensaciones nuevas, frescas, mezclas de acidez y dulzor. (Zapote,  naranjilla o lulo, maracuya, corozo, tomate de árbol, torombolo, mango, piña, níspero).

El café es espeso, cremoso, aroma intenso, sabroso. 

Tengo las piernas picadas de bichos, 30 picadas… ronchas, costras, rojas y en resolución….

Ya se alivia mi dolor de rodillas de las 7 horas caminando la Selva de Tayrona (el verdadero Paraíso y el corazón del mundo como lo concibe el pueblo Wiwa, tierra sagrada y ancestral.) verdes exagerados, frondosos, inmensos…. Rocas redondeadas como murallas… todo es lindo, todo lleno de riquezas minerales y naturales…. Hay colibríes de distintos colores y tamaños (muchos) mariposas, tucanes, luciérnagas (luciernagas… hace 21 años que no las veía)  tras la lluvia aparecen sapos gigantes y diminutas ranas, que son la mitad de mi pulpejo, zancudos y cigarras!!! (Las cigarras me recuerdan a ti, al verano, al tiempo sin tiempo) 

hay serpientes, caimanes, lagartijas, iguanas y murciélagos… los pueblo originarios creían en los Vampiros y murciélagos, en su capacidad de transformación, de ver el mundo al revés y a través de la oscuridad, de comprender la dimensión femenina, la sangre y el poder de viajar a regiones desconocidas del cosmo. Hay tantos árboles hermosos, Hay raíces abriéndose como dedos en la tierra, todo es exagerado, hermoso, grandioso… todo explota y se vierte en la tierra.

“Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra” 

Gabriel García Márquez