La Sierra de Santa Marta
desciende para formar la montaña costera más alta del mundo, hasta hundirse en el mar caribe, formando un paraíso único; donde descubres, selva, playas, bahías, manglares y ensenadas. Esta maravilla es el Parque Nacional Tayrona, tiene 3 accesos, y nosotras elegimos el menos transitado, Calabazo. Caminamos más de 1:30 hrs (todo en bajada) entre bichitos, mariposas, monos y mamíferos raros como el ñeque (un roedor del tamaño de un perro). Descendimos la selvática montaña hasta llegar a la primera parada; playa brava, con arenas blancas delimitadas por manglares y palmeras.
Nos impactó cruzarnos con un chico inglés, con mirada perdida, montado en un caballo y custodiados por Guardaparques y personal sanitario. Había estado 4 días perdido en la selva!!! Y recién era rescatado… Descansamos un poco y continuamos bordeando los faldeos de la montaña. Ahora tocaba por el cause de un río y tras 3 horas entre matorrales, árboles de mangos y paltos, mil bichitos, más monos juguetones y decenas de 100 pies… llegamos al Cabo San Juan, donde nos esperaba nuestro campamento. Primer día en el Tayrona. Sueño cumplido 💜🇨🇴 rodillas reventadas, mialgias múltiples, calambres, ronchas, pero el corazón contento!!! 💜😉🤭🤣
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