sábado, 22 de octubre de 2022

Pies fríos

Las referencias hoy son más bien flujos, flujos de un vientecito  fresco, portador de tanta amplitud y pese a que tambalean los tobillos y los pies fríos siguen atormentando los pasos, hoy van sin anclas, se dejan mecer por esa inmensidad, por ese flujo….

Las estructuras se deshacen con elegante calma, sin cortes ni riesgos, sin desplomes de épocas azules, mas bien cómo un baile… un permanente movimiento, de un anhelo sabio que hace sonreír bajito y acompasar….

Volvemos a la vida, serenas, sencillas, sin promesas, integrando tantas y tantas nuevas formas que toca bailar…aprendiendo a deshacer juicios y arbitrariedades (intentándolo). Queriendo Ser flujo, cuna, ternura… esa potencia invisible de la libertad.


“Ahí donde no tengas necesidad de fingir y seas solo tú, quédate “


 

sábado, 7 de mayo de 2022

Verbos


Escucho el eco de los recovecos internos donde vamos a recobrar no sé que antiguo conjuro de vida o de muerte. Hay todo un lenguaje secreto que portamos, cúmulo de pulsos que se registran subterráneamente en la piel, como hebras incandescentes que se suman y enlazan, conectándonos a otros … en otros tiempos y experiencias, a vínculos y complicidad. 

Mientras avanzo distraída en el cotidiano, en rutinas que nos roban la memoria y las ganas. Repentinamente, como una explosión súbita, aparece  ese eco. Distraigo el ruido mental, y despacio y seductoramente algo vibra dentro y vuelve a contactarme a ese rito antiguo de vagabundear por las propias e invisibles fronteras, palpar los márgenes de los propios infinitos para cruzar a la de otros. Nos devuelven a lugares nuevos o antiguos y me cuentan quien fui, quien soy, quién quiero seguir siendo…

Esa voz - fuego,  enciende algo, alumbra algo que está, que tenemos, que portamos, que nos empujan a la vida, a todos los verbos que merecen vivirse.

domingo, 30 de enero de 2022

Desierto








Entramos a las entrañas del tiempo, en su tierra de fuego amarilla y polvorienta. Hecha de un silencio tan hondo y calmo que atemoriza.

Pieles curtidas, grietas áridas en sonrisas desdentadas, manos de sal, desmalezando de algas las orillas.


El desierto triunfa en su resabida paciencia, en su quietud soberana. 

El viento murmura y esculpe el tiempo. 


Soy pequeñísima, apenas un soplo, una breve experiencia en este amarillo infinito …. Un instante en el silencioso desierto. 

La Pequeñez me habita y me duermo, aturdida, en el beso de Luna llena, frente al mar.