domingo, 12 de septiembre de 2010

Domingo

El café se enfrió entre las mil excusas que bailan en mi cabeza,…me asomo a la ventana, y por primera vez, el verde de esos cerros parece real, …la lluvia de esta mañana les devolvió la humedad y la frescura. Aquí en lugar de bandurrias desfilando tras la lluvia, hay juguetones volantines desperezando este domingo de siesta…., y en lugar de mar, son decenas de banderas las que ondulan en un porfiado trance …

¿será que le envían recados al viento para hacer de nosotros un Chile distinto?....

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pasaba por aquí y entré a verte un rato. Necesitaba sentir el olor de la lluvia, esa que tu siempre andas trayendo, con su ruido bondadoso y amable. Leerte, es siempre una posibilidad de misericordia y descanso.

olo dijo...

Bandurrias convirtiéndose en volantines y olas marinas en banderas: Santiago haciendo magias para que Chiloé le abra un hueco junto a Daniela, en ese Chile nuevo que está en camino.

olo dijo...
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