martes, 5 de febrero de 2019

Sur



Tengo  añoranza de unas capas más arriba del dolor, y varias más abajo de la dicha. Nostalgia de un estado de quietud “inquieto”, de esa calma hecha de preguntas, de viajes hacia el interior, de revelaciones y asombros, de ir tras esa cosa tan íntima, tan propia, y al mismo tiempo tan desconocida y escurridiza……..ando en busca de ese estado, ese rincón dentro de uno, que puede aterrarte y abrigarte sin pudor, ese espacio de insolencia y ternura, de libertad y calma…., de ganas, de ansias, de euforia y fuerza. ... la infinita, la ilimitada.
Ando tras esos misterios de los que estamos hechas, de esas “inconsciencias”, que nos constituyen y nos amplían a libertades, libertades que probablemente obviaremos, para caminar por el lado correcto del “Señor orden” que nos determina  (o que aceptamos nos determine)….Ese espacio nuestro,  que postergamos para encajar, …ese espacio, que pocas veces nos atrevemos a visitar, pues seguro, nos desarma el escenario y nos desnuda de certezas 
y creencias….. Y es curioso para mí , cuando extraño esa capa de mí misma, ……..añore tu compañía,  las tardes de invierno frío frente al cálido fuego, compartiendo la vida, lloviéndonos  preguntas e incomodando con  respuestas inciertas…

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