sábado, 15 de diciembre de 2007

Hay locuras allá, donde el cuerdo no alcanza, locuras de otro color

Estábamos sentados en la playa esperando la camioneta que nos llevaría a Linlin, con la tarea clara de sacar a una mujer de la isla, aparentemente por un brote esquizofrénico, un carabinero se había embarcado y nos acompañaba junto a una orden judicial que indicaba hospitalizarla.
En espera del traslado al centro de la isla, donde está la posta, empezamos a recordar historias de psicopatías y enfermedades mentales….y ésta, sin duda es la mejor que he escuchado en mi vida.
Hace unos años una mujer de islas aseguraba haberse "tragado un chicle, el que se había alojado en su cerebro, causándole todos los males y tormentos de los que se quejan sus familiares”. El equipo de salud de Achao, con el fin de quebrarle su fantasía, decidió simular una cirugía cerebral, la hospitalizaron, la metieron a pabellón, la sedaron y cuando despertó en la mesa operatoria había un flamante chicle de menta. Una ves que la paciente recobró la “conciencia”, los médicos le dijeron; “ya te operamos acá está la prueba”, a lo que la mujer paradójicamente respondió; “no pues Doctor, ese no era mi chicle, el que yo me tragué era de FRUTA!!!!”

“Hay locuras allá, donde el cuerdo no alcanza, locuras de otro color”

Mejor no le fue a mi equipo de salud, nuestra mujer, enflaquecida por llevar varios días viviendo voluntariamente en una leñera y comiendo sólo afrechillo y manzanas, la sacamos entre escupitajos y arañazos, gritándonos que era el Ave Fénix, y pagaríamos por esta traición.

5 comentarios:

canastafamiliar dijo...

ta weno.

felicitaciones.

podrías decir de quiene son tus citas cuando las hay.

Soledad Burgos dijo...

Pucha prima,,,,,mi chicle también es de fruta...
Y weno, vamos hacerle todo el intento para dejarlos con las narices coloradas...
Te quiero mucho

Jorge dijo...

¿menta o fruta?, esa era la pregunta que debió hacer el cirujano de turno antes de la osada operación.

yo he visto varios casos de esquizofrenia y me encanta conversar con ello (cuando están estabilizados) y escuchar sus historias fantásticas de encuentros con lo profano y lo divino, me imagino que en esa zona la imaginación de los esquizofrénicos debe tener un fundamento mas religioso, claro que un chicle en el cerebro, ni a Steven Spielberg se le hubiera ocurrido.

José Bustos Barra dijo...

eeeehhh...bueno yo algunas veces me he creído Ulises el griego...y en más de alguna ocasión he naufragado o me he encontrado con alguna ninfa Calipso...se las recomiendo!!!

"de genios o de locos todos tenemos un poco"

Anónimo dijo...

quién niega algo de locura, es, porque en realidad, no conoce la cordura...

pero ante tal maldción del Ave FENIX, yo me taparia muye bien denoche y mi cruz de palque en la casa... no faltaria...