
El viento enfurecido sacudía el bote de goma, en ese escenario, éramos apenas un insignificante y absurdo lunar negro en el mar. Las algas como zargazos se enredaban en el motor, deteniendo una y otra vez nuestra huida, las olas como ha baldazos nos caían encima, y el dolor del uterino era quizás, el mejor anestésico para no enterarme del riesgo y aterrarme. Los marinos excitados gritaban ¡¡¡Azótame Pacífico!!!!, y nuestro obediente océano, volvía cada treinta segundos a bañarnos en un incontenible ahogo frío y salado…., yo como feto me hundí entre las cajas de fármacos y leches, cerré los ojos, pues mi útero competía en ira con el infinito mar.
2 comentarios:
Cuantas veces me asome al abismo, cuantas veces me deje caer, todo, todo por vos… ADRENALINA te llaman.
Como todo buen viaje,,,como todo necesario viaje grito,,,!vamos,,arremete!,,,,luego de la calma, la ducha y el calor, todo se ve a la distancia, a la dulce distancia
Te quiero
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